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Exposición Sus raíces transformaron la tierra
Galería Carmen del Campo, Córdoba. Mayo-Junio 2012




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Artículos sobre Un jardín en el bolsillo. Galería Murnau, Sevilla
(pincha en la imagen para agrandar)



Juan Bosco Díaz-Urmeneta
Diario de Sevilla 7/02/2011


Bernardo Palomo
Diario de Cádiz 2/02/2011


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Portada Diario LA RIOJA

 8-Agosto-2010






Exposición individual en el Museo de Huelva
ODIEL Información. 9 de Julio de 2010




Exposición individual en Novi Sad. Serbia


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LA ARTISTA ESPAÑOLA MARÍA ORTEGA ESTEPA EXPONE EN LA DIRECCIÓN DE CULTURA DE VOJVODINA

A principios del mes de junio en la Galeria de la Direccion de Cultura de Vojvodina (Galeria "Most") se inauguró la exposicion de Pintura de la artista española María Ortega Estepa de Sevilla. En los cuadros, que han sido creados con tecnica mixta dominan los motivos florales, lo que actualmente, en tiempos dificiles y motivos oscuros, trae a las galerias una frescura naif. Y no solamente en las galerias, puesto que la joven artista española a menudo experimenta en la naturaleza de las ciudades, pintanto motivos florales dandoles un nombre poético, como el caso de ésta exposicion en Novi Sad, "Constelaciones sobre la Tierra".
Como nos dice su biografía, Maria Ortega Estepa en su España natal tiene varias exposiciones individuales y premios y su obra en Serbia se presenta gracias a su participacion en el 7º Encuentro artístico Internacional  en Opovo, donde tambien expuso, en la Galeria Jovan Popovic.
La exposición "Constelaciones sobre la tierra" en la Galeria "Most en Novi Sad estará abierta hasta el 18 de junio.

Traducción: Mirjana  Djordjevic




COLONIA NAVIDEÑA INTERNACIONAL EN VILLA LAPCICI

LOS EMINENTES CREADORES

La Colonia de pintura navideña internacional empieza hoy en el pueblo turístico Lapcici. 
La Colonia cuenta con 10 pintores reconocidos de Montenegro, de Serbia y España.
En ese ambiente navideño y festivo (hasta el dia 10 de Enero) en la Colonia de Pintura van a participar: 
Mišo Vemić (Niksić), Lazar Marković (Novi Sad), Ljubo Popadić (Tivat),
María Ortega Estepa (Sevilla), Goran Stojanović (Smederevska Palanka), Goran Gajin (Belgrado) y Viktor Randjelović (Leskovac). Los invitados de la Colonia son Milijana Vujovic (Budva), Naod Zorić (Kolasin), Luka Lagator (Cetinje) y Filip Vlahovic (Podgorica).
El organizador de la Colonia de pintura en villa Lapcici es Ranko Pavicević y es Saša Franeta de Budva.

Diario Pobjeda.  Podgorica, Montenegro.
Martes, 29 de Diciembre de 2009

Traducción: Mirjana  Djordjevic

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·Exposición individual en la Galería Carmen del Campo, Córdoba



Invitaciones:









Catálogo: 


Portada y contraportada del catálogo "Arbolario" 

LA REALIDAD DE MARÍA


Es difícil encontrarse en pintura algo nuevo. Llevamos mucho tiempo con casi todo inventado y la realidad no nos supone nada más que distintas variaciones sobre un mismo modo de actuación pictórica.

Aquí, en medio de una circunstancia artística de desarrollos adocenados, casi todo se parece a todo y cuando algo nos distrae de tanta esclerosis plástica es porque detrás se encuentra un artista con las ideas más claras que los demás, poseedor de un ideario estético comprometido y muy distinto a los postulados al uso.
En este ambiente de parecidos planteamientos, tenemos la suerte de encontrarnos ante un diáfano oasis de esplendor artístico. En este desierto de ideas, después de superados los ilusorios efectos de lo que pudiera parecer un espejismo embaucador, se nos ofrece expectantes las frescas situaciones de una pintura que se aparta diametralmente de las manifestaciones habituales y, lo que es más importante, no nos va a dejar indiferente porque está cargada de emoción, de esencias, de recuerdos y de impulsos para que cada cual introduzca
sus resortes emotivos con los que captar los infi nitos juegos que ella ofrece.
 que va evolucionando despacio y conquistando nuevas parcelas. Todo con el sabor de su siempre entrañable y particular universo donde la realidad pierde sus marcas extrañas y conserva su especialísimo carácter de justa verdad.


María Ortega es una pintora que, desde sus inicios profesionales, nos está acostumbrando a una realidad que va mucho más allá. En su trabajo no anida el aburrimiento. Sus pinturas dicen por sí solas lo que la mayoría sólo esboza o, lo que es peor, deben ser acompañadas por complejos tratados explicativos. María abre caminos, aclara perspectivas y deja entrever una vía para que cada cual se introduzca en un mundo particular lleno de esencias, recuerdos y sentimientos.
En la pintura de esta artista se recrea un universo emocional distinto. Está hecha de retazos de emociones, de pequeñas piezas donde la realidad muestra su cara más entrañable. Ella ha sido capaz de crear una realidad que podemos titular la realidad de María. Y es que su trabajo no es más que la trascripción exacta de ella misma; la puesta en valor de todo ese testimonio que surge del fondo del alma y crece en el más puro estado, sin alteraciones, ejerciendo una función emocional que va más allá de esa propia realidad diaria donde todo es confuso y lleno de intereses espúreos.
María crea un mundo de mínimos – Mercedes P. Santos los llamó con razón, bocaditos de esencias -, retazos de imágenes extraídas del pozo sin fondo de la memoria cercana, de ese corazón todavía puro que espera recrear una verdad.
Para esta exposición en su galería cordobesa, la joven artista ha ideado un universo floral donde lo de menos es la naturaleza conceptual. En su obra sigue anidando la más pura esencia. Ella concibe un mundo distinto, una realidad que no encierra dobleces, unos tenues gestos que permiten rebuscar en la conciencia cercana, que manifiestan los deseos inconfensables de un corazón henchido de pureza. La artista manipula la realidad de la materia plástica para generar múltiples espacios donde tiene lugar ese proceso creativo inundado de emoción,
verdad y carácter pictórico. Por sus obras florales el espectador se acerca a un escenario poblado de imágenes entrañables; es, una vez más, el universo de María Ortega en estado puro. Pero, además, la artista se desmarca de sus habituales registros y nos plantea una acción donde se deja entrever un espacio de formas presentidas que posibilita un juego de intereses donde todo es susceptible de mostrarnos un ideal camino por donde circular envueltos en una natural dinámica de recuerdos.
Con esta exposición, María Ortega da un paso adelante. Su pintura adquiere mucho más carácter, pero conservando toda la infi nita dulzura de su magia creativa. Nos encontramos con una artista mucho más madura, con una pintura






Bernardo Palomo
Texto para el catálogo de la exposición Arbolario


















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·Exposición individual comisariada por Bernardo Palomo

en "Arte a Diario". Jerez de la Frontera, Cádiz






LA DULZURA DEL ENTRAÑABLE PASADO
Bernardo Palomo


Segunda exposición en esta nueva sala jerezana que quiere ser espacio de referencia para los artistas nuevos –sin que la edad imponga condiciones alguna- con proyección y con ganas de manifestar su realidad artística acorde con los tiempos. La elegida ha sido María Ortega, una jovencísima pintora cordobesa, que realiza un encantador trabajo donde el espectador se enfrenta de cara con un cercano pasado, lleno de nostálgico encanto y de entrañables esencias que nos transporta a una niñez irremediablemente perdida.
María Ortega juega con los recuerdos, “bocaditos de recuerdos” le dice sabia y bellamente Mercedes P.Santos en el catálogo de la muestra; nos introduce en una espiral de feliz compromiso con una historia cercana donde, de nuevo,se nos hace presente un tiempo que nos parecía olvidado. Y lo hace con soltura, clarividencia y sentido de lo artístico. Por sus cuadros circula mucha brisa fresca,  aire nuevo que vivifica el universo artístico y nos sitúa unánimemente en unos ambientes donde todos somos conscientes de lo que tenemos delante y, además, nos gusta.
La artista cordobesa realiza un amplio muestrario de buena pintura. Sabe estructurar acertadamente lo meramente pintado con el collage. Además utiliza el texto como afortunado elemento plástico que acompaña sugestivamente a la imagen  hasta transportarla a la complicidad de un espectador que se siente muy cerca de tan felices propuestas. Si en el estamento pictórico,  María Ortega se deja llevar por un contenido esquematismo que roza lo ingenuo y que acentúa el propio carácter de la idea representada, mediante el collage – trozos de mantelitos de pastelería o pequeñas tiras de papel pintado – la autora transforma  la realidad en un sabio juguete plástico donde todo es válido para un final lleno de sabia enjundia creativa.
Por los nuevos espacios expositivos se expande una muestra de pintura que mantiene la expectación de casi todos. En los cuadros nos encontramos con retazos de nuestro cotidiano existir, con aquellos entrañables momentos en los que fuimos felices con muy pocas cosas. Un mínimo vaso de duralex, el seiscientos  con los que algunos podían acceder a un estamento social superior, una caja de lápices de colores carioca,  los platos del día de fiesta, la radio de cretona, el viejo sillón del abuelo, el ábaco de nuestras primeras cuentas, ese chirriante tragabolas…pequeños dulces recuerdos que, todavía nos emocionan y nos hacen sentirnos personas.
La exposición  nos sumerge en un evocador universo lleno de sugerencias pretéritas que se hacen feliz realidad en una pintura envolvente, emocionante y llena de sentido plástico.



Diario de Jerez. Sábado, 24 de Noviembre de 2007